Conocí a Alberto Samaniego Arauco en un viaje relámpago a Lima. Teníamos una entrevista concertada para conversar sobre la película Los Montoneros, un largometraje histórico realizado en los alrededores de Huancayo, dirigida por su hermano Atilio (Arí para sus amigos), estrenada en 1970. Hablamos de todo menos de lo que nos concernía.
Alberto nació en Huancayo y casi nunca vivió tan alejado de ella, pues retorna de Lima cada año para reencontrarse con viejos amigos y familiares. Estudió medicina en la Universidad Nacional de San Marcos y siguió una especialización en Houston. Heredó el apego a la narrativa de su hermano, el conocido periodista Abelardo, conocido como El Montonero, quien durante las décadas de 1940 y 1950 publicó con regularidad crónicas y reportajes en La Voz de Huancayo. Pero también cultivó otras aficiones, como la arquitectura y la investigación médica. Publicó, en 1957, un opúsculo médico llamado Algunas consideraciones acerca de la fístula abdominal. Sin embargo, su verdadera vocación y amor por la literatura, lo llevaron a publicar una novela poco difundida e injustamente tratada: Bolero. Historia de un Amor Inolvidable (Juan Gutemberg Editores, 2004). «No sabía en lo que me había metido», me dijo, «publicar es algo serio y complicado». Aunque este libro pasó desapercibido, su autor lo recuerda con mucha nostalgia.
Se trata de un material bien estructurado, escrito a modo de recuerdos por un narrador testigo cercano a la historia, una historia de crecimiento o bildungsroman, próximo a las experiencias pasadas por un Rastingac en un Papá Goriot del gran Honoré de Balzac, con referencias a una ciudad en construcción, en los umbrales de la modernidad, el doloroso proceso de madurar y de escalar socialmente.
Se trata también de la historia de un amor intenso frustrado por las circunstancias donde, con buen manejo del lenguaje y referencias a lugares casi palpables, el autor lleva a sus personajes por las calles de Huancayo mientras delinea la vida social y cultural de una ciudad a mediados del siglo XX.
Una clara huella del Loco del Merlín (Ernest Hemingway), en The sun also rises, puede encontrarse en las caminatas por parajes campestres (un paseo por Chupaca o El Ingenio), visitas a cafés (unas butifarras o un café en El Chez, Chalet Suizo, la Heladería D`Ospino o El Dorado), así como alguna película de Tyronne Powel o Errol Flynn en el cine Real, en fin, la vida joven. Bolero es además un homenaje al género musical del mismo nombre que el autor evoca en sus páginas, porque sus personajes se mueven al son de los versos pegajosos y sensuales, siempre intercalándose con las confesiones más íntimas de los protagonistas, como aquel conocido:
Quizás, quizás quizás…o Solamente una vez amé en la vida…
En suma, se trata de una historia escrita con emoción y querencia a los años de juventud, de formación, con algunos pequeños quiebres dramáticos interesantes. Desconocida debido al poco alcance editorial, pero ambiciosa por sus detalles. Alberto Samaniego contribuye al corpus literario del país con una obra que debiera ser conocida por los amantes del género novelístico.
Publicado en El Huacón, diciembre de 2017
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