El Huacón conversó en exclusiva con el autor del libro "Cines de Cuaderno", Wari Gálvez Rivas, quien ha elaborado el primer libro de historia cinematográfica en la región central, cuya elaboración tardó tres años y será presentada este jueves 17 en la FELIZH
Entrevista a cargo de Carol Villavicencio
CV: Estimado Wari, su libro es de muchísima calidad. Atrapa. ¿Qué lo ha inspirado para efectuar este valioso aporte histórico?
WG: Más que inspiración, creo que se trató de una motivación personal. No había un libro que reunía toda esa información con un estilo sólido y bien fundamentado con fuentes. Yo creo que cada uno escribe el libro que llegue gustaría leer.
CV: Cines de Cuaderno nos cuenta una cadena de sucesos y la evolución del negocio cinematográfico en Huancayo, ¿ha sido difícil recopilar esta información?
WG: Muy laborioso sí, como todo trabajo de investigación. La primera evidencia escrita y el referente más antiguo con el que comienzo el libro está en el diario El País, de octubre de 1911, cuando llegó el cine a Huancayo, de mano del señor Federico Martinelli. Comienzo el libro de manera un poco indirecta: ¿Será acaso que el cine llegó a Huancayo tal fecha? Creo que el cine debió llegar antes, pero falta documentación escrita, pues gran parte de los archivos periodísticos de la ciudad se han perdido.
CV: Su libro es un aporte a la historia, la cultura y el espectáculo de Huancayo porque también relata el cambio en la sociedad, tanto a nivel económico y cultural, ¿no?
WG: Sí, hubo ejes de desarrollo que marcaron la historia de la ciudad. En 1908 comenzó un proceso de modernización que comenzó con la llegada de la línea férrea y con ella el cine, el teléfono, la luz eléctrica, y también los cambios políticos y migraciones sociales.
CV: Me imagino que cada cine tiene su propia historia.
WG: Por supuesto. El cine Pathé funcionaba en la casona donde antes se encontraba la concurrida librería El Estudiante, en 1911. Allí antes ya funcionaba un teatrín denominado Castillo. Pero el cine era una novedad porque la gente tenía poca experiencia urbana y nunca habían visto cine, era algo novedoso.
CV: Y seguramente tuvo mucha acogida porque en algún momento comenzaron a aparecer más cines. ¿Cuál fue el auge del cine de esa época?
WG: Naturalmente si, en todos los lugares del mundo ocurrió algo similar, pero en Huancayo podríamos hablar de un auge en distintas etapas. Por ejemplo, entre los años 30 y 40 podríamos hablar del auge del cine Dorregaray y el Teatro Central, hoy Nuestra Señora Del Valle) donde proyectaban películas argentinas, mexicanas, norteamericanos, géneros muy asimilables.
CV: En cuanto a estructuras, las salas eran bastante grandes.
WG: Eran salas donde entraban 1200 a 1300 personas. El cine Real tenía capacidad para 1800 personas y se llenaba todos los fines de semana.
CV: Sin embargo, así como hubo un auge también hubo una caída.
WG: Yo soy de la generación de la última etapa de vida del cine Mantaro. En 1994 o 1995 no había llegado a extremos como el cine Astoria o el cine Real que proyectaban películas pornográficas. El cine Mantaro, en cambio, se resistió a proyectar ese tipo de contenido. Fue el único cine que trataba dude diferenciarse de los demás. En realidad, el cine comienza a decaer a nivel mundial por ella aparición dude los primeros formatos domésticos como el Betamax o el VHS.
CV: ¿Y en el Perú cómo se da esta caída?
WG: Debido a la guerra interna. Alrededor del año 1986, Sendero Luminoso estaba en su apogeo y Huancayo fue uno de los lugares más afectados. Ese año los subversivos pusieron una bomba en el teatro Central, que llegó a explotar causando pérdidas parar los empresarios y tenían la intención de hacer esto en los otros cines porque eran focos de congregación social muy grandes y ante eso había miedo generalizado. La gente ya no acudía a esos lugares.
CV: ¿Y sobre las nuevas tecnologías?
WG: La tecnología ahora es mayor y también ha ido evolucionando la dinámica social. El cine ya no es el espacio que era antes, ya no es el punto de congregación de amigos, familiares y conocidos; se ha convertido en un pasatiempo cualquiera. Incluso, las salas de cine ya no son tan ostentosas en cuanto a la decoración.
CV: De otro lado, hemos visto bastante movimiento cinematográfico en el Perú. Ahora hay muchísima producción nacional.
WG: En el cine peruano hubo muchas personas que lograron sobresalir en su momento. Por ejemplo, el señor Armando Robles Godoy produjo películas que estuvieron en competencia en festivales europeos y de otras latitudes. Otro caso ese el de César Villanueva Del Agostini, un huancaíno que comenzó a hacer sus primeros pinitos en Huancayo como fotógrafo, pero a uno tener las condiciones culturales necesarias, migró al Cusco, donde hizo una carrera destacada.
CV: Actualmente, Junín tiene una importante cantidad de producciones y esto llama la atención. ¿Qué tiene Junín a diferencia de otras regiones?
WG: El desarrollo histórico ha hecho que, por diversos motivos, Huancayo haya sido favorecido. Hay varios personajes que han logrado realizar algunas películas interesantes. Hay directores de cine en ella ciudad con producción constante.
CV: En realidad, hay mucho por conversar sobre cine. Le agradecemos por la entrevista.
WG: Muchas gracias, los espero en la presentación del libro este jueves en la FELIZH.
Publicado en El Huacón, 14 de agosto de 2017.